El pasado 1° de junio, Buenos Aires volvió a sentir el rugido de los motores en la nueva edición del Motoencuentro Nacional “Héroes de Malvinas”, una caravana patriótica que reunió a motociclistas, veteranos y público general en homenaje a los caídos y excombatientes de la Guerra de Malvinas.

El recorrido de la memoria

La jornada comenzó en el helipuerto del Edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea Argentina, donde los motores encendidos marcaron el inicio de una caravana que avanzó hasta el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ), en Campo de Mayo.

Con más de 1.000 motos y más de 50 veteranos de guerra presentes, el evento consolidó su lugar como un clásico que une a las fuerzas armadas, la comunidad motera y la sociedad en general bajo un mismo propósito: mantener viva la causa Malvinas.

Homenajes y camaradería

En el destino, los participantes fueron recibidos por autoridades del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, junto a la Banda Militar “Ituzaingó”, que interpretó la Marcha de Malvinas en un marco solemne de respeto y emoción.

Uno de los momentos más esperados fue la exhibición de destrezas en moto de la Brigada Blanca de la Policía Federal Argentina, que desplegó su tradicional espectáculo acrobático frente a un público entusiasta.

El encuentro también ofreció un espacio familiar con gastronomía criolla y actividades de integración, reafirmando el espíritu de camaradería que caracteriza al Motoencuentro.

Una tradición que crece

Más que una caravana, el Motoencuentro “Héroes de Malvinas” es un acto de unión: une pasión por las motos, identidad nacional y memoria histórica. El recorrido simbólico —desde una sede de las Fuerzas Armadas hacia un centro dedicado a las misiones de paz— es un recordatorio de que el sacrificio de los héroes de 1982 sigue presente en cada kilómetro recorrido.